Como todo comienzo de año nos planteamos metas, llenamos nuestros calendarios con notas de lo que comenzaremos a hacer, o simplemente de lo que nos quedó pendiente del año pasado. Como por ejemplo: ver menos televisión y comenzar a ir al gimnasio, replantearnos la dieta que dejamos a mitad de camino… De seguro dices: “este año nuevo si me pongo en forma”, pagar una deuda pendiente, hacer las paces con ese amigo. etc. etc…
De verdad que apenas esta comenzado el año, así que es la oportunidad perfecta para empezar de nuevo. No tengas miedo del futuro porque Dios está contigo.
Algunas personas no toman seriamente las resoluciones de Año Nuevo. Después de todo, son sólo promesas hechas a uno mismo. Piensan que si no las cumplen, no es importante. ¡Realmente sí es importante! Una promesa es una promesa, y es importante cumplir con ellas, aun siendo una promesa hecha a ti mismo.
Puedes estar seguro que es una nueva oportunidad que Dios nos regala para empezar de cero, también de replantearnos nuevos objetivos y confiar de que Dios nos ayudará y bendecirá este nuevo año que nos está permitiendo vivir.
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Autor: Mila
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